Tuesday, January 26, 2010

Me elevo.

Me elevo hacia la atmósfera para así poder respirar encanto. Que gran dolor cuando agacho mi cabeza.. y ver el mundo me causa un tremendo llanto. Huyo de la felicidad para así sonreírle a mis dolores.. y es q’ entiendo q’ mis sentimientos tienen diversos colores. Hay en mi cerebro guerra con mis fantasmas q’ tratan de espantar cada una de mis esperanzas.. y ahora me resguardo en el camaleón que llevo dentro. Estos miedos que conviven conmigo noche tras noche.. ya los asimilo como a un integrante más.. y a ese demonio que trata de seducir mi soledad, Lo entiendo. Llegaré a otro plano.. y pensaré con cabeza fría el por qué me quemo por dentro. Diviso por la ventana de mi cuerpo un invierno todos los días.. que hasta el infierno en mi cuarto me da escalofríos. Me cuesta respirar.. no porque el amor esté en el aire.. será que mi metabolismo no lo procesa. Me quedo en blanco cuando se trata de negras intenciones.. y es que esta gris materia es un arco iris.. algo digno de admirar. Trato de desenvolverme.. pero malos ojos allá arriba me espían.. y viajo a una constelación de musas donde soñar es una anecdota. Me encuentro con Cupido, quien me da su arco para así vencer mis temores.. y cada flechazo es un rechazo y una derrota para este joven corazón. Lleguen a amarme.. y cada palabra sería como un sida que sí da. Viajo al paraíso y tiento a la serpiente con esta manzana.. mas Adán hoy aprende de mis pecados. Sientan el llanto de este lápiz.. si cada renglón es una lágrima que desemboca en mis manos. Este cuarto oscuro no me deja ver claro.. será que el sol se ha olvidado de mí? Es que detecto rencor con el satélite de mi cornea.. y me sumerjo dentro de mí mismo para explorar zonas vírgenes de sentimientos. Mi vida es un libro.. que página por página está más cerca a su desenlace. Y quedo tendido en la arena.. cobijado con un cielo estrellano.. y me consuelo imaginándome una utopía en el futuro. Esta cuadrícula no encaja en esos círculos viciosos.. y cada día en la sociedad es un escalón más en el limbo. Quizá algún día llegue a entender el qué me depara el destino.. o éste es mi propio infierno desde mi primera mirada al mundo. Y es que corre por mis venas.. y cada mañana es una lucha contra mis fobias.. como pidiendo venganza. Calculen la raíz.. de este árbol que no da frutos.. y ha perdido sus ramas debido al tiempo. Ahora escribo en hojas de otoño.. y cada una de mis frases es una depresión tropical en esta temporada. Frustrado y melancólico.. este pobre corazón rojo huyendo de una día gris. Ahora los colores no me cuadran.. y es que en mi vida me acostumbré a ver todo oscuro. La tristeza sabe a licor.. ¿y alegrías? Son algunas bebidas que no he probado. Estas lágrimas internas.. son un río que bañan mi alma día tras día. Busco calma.. o cama? Solo quiero algún día descansar.. y fumarme la monotonía cuando mi cuerpo esté agonizando.

El mundo está al revés.

Un día me levanté… como cualquier otro día. Monótona vida matutina en el ciclo del tiempo. Prendí la radio y pareciesen las mismas noticias de ayer, o quizá estaba escuchando las de mañana. Todo sigue igual, todo es lo mismo. Entonces pensé que tal vez somos unos robots programados para ejercer las mismas tareas día a día, todos los días. Y me dije: donde está la esencia de la vida? Aquella que los antiguos griegos, y hasta Jesús, nos trataron de dar a entender desde siglos atrás? Nada inverosímil acontece, el mismo comunismo. La misma corriente de la corriente de un río, dirigiéndose por el mismo periplo desde que la cascada desembocó. Y empecé a nadar contra ella, y nada y nada, pero nada de nada. Tropecé con rocas que quisieron torcer mi pié y así seguir el rumbo de la corriente. Pero seguí, con un desasosiego sabiendo que más adelante tropezaría con más.
Y seguí nadando… varias técnicas… varios estilos… a ver si así podía burlar la corriente y avanzar más. Es que siempre me ha gustado llevar la contraria, así no llevaría cargas de mi no gusto sobre mí. Así me encontré un pescador. Me dijo: -la corriente está muy fuerte!- exclamó. –Pero sigue que llegarás a su manantial-. –No me echen flores-, pensé; que si me echan flores, están sepultando mi modestia. Aquella que aun no es difunta.
Y así continué, y sigo continuando, en contra de la corriente. Quizá sea yo el que nade en contra de ella. Más me sigo diciendo a mí mismo:
Este mundo está al revés.